La frase "no seas agorera" es una expresión común que se utiliza para pedirle a alguien que deje de ser pesimista o de pronosticar desastres o malas situaciones. El término "agorero" proviene del latín "agŏrum" que significa "plaza pública" y se relacionaba con los augurios que se practicaban en la antigua Roma para predecir el futuro.
En la actualidad, cuando decimos "no seas agorera" estamos instando a la persona a que deje de hacer predicciones negativas o a difundir malos presagios. Es una forma de pedirle que mantenga una actitud positiva y que no se deje llevar por pensamientos negativos que puedan influir en su ánimo o en el de los demás. Ser agorero implica tener una visión catastrofista de la vida y estar constantemente viendo el lado oscuro de las cosas, sin considerar las posibles soluciones o aspectos positivos.
Por lo tanto, cuando decimos "no seas agorera" estamos aconsejando a la persona a que cambie su actitud y comience a ver las cosas desde una perspectiva más optimista. Es importante recordar que nuestras palabras y pensamientos tienen un gran poder en nuestra vida y en la de los demás, por lo que es fundamental cultivar una mentalidad positiva y constructiva.