El A Fala es una lengua que se habla en la comarca de Valverde del Fresno en la provincia de Cáceres, Extremadura, España. Esta lengua tiene su origen en el gallego-portugués arcaico y se caracteriza por su riqueza lingüística y peculiaridades fonéticas.
En la actualidad, solo un pequeño grupo de personas en Valverde del Fresno hablan el A Fala de forma cotidiana, siendo considerado un patrimonio lingüístico en peligro de desaparición. A pesar de los esfuerzos de algunas instituciones y colectivos por preservar y promover su uso, el número de hablantes sigue disminuyendo.
La lengua A Fala ha sido objeto de estudios lingüísticos que han contribuido a su reconocimiento y difusión, pero aún enfrenta el desafío de mantenerse viva en un contexto de globalización y dominio del castellano. Es importante valorar y proteger la diversidad lingüística como parte de nuestro patrimonio cultural.
El hecho de que se hable gallego en Extremadura tiene sus raíces en la historia de la Península Ibérica. Durante siglos, la región de Galicia compartió fronteras con Extremadura, lo que facilitó los intercambios culturales y lingüísticos entre ambas regiones.
Además, la migración de gallegos hacia Extremadura durante el siglo XX contribuyó a la difusión del idioma en la región. Estos gallegos llevaron consigo su lengua y costumbres, manteniendo viva la tradición lingüística de Galicia en Extremadura.
Otro factor importante es la influencia de la geografía en la propagación del gallego en Extremadura. La proximidad de ambas regiones y la similitud de sus paisajes y climas favorecieron la conexión entre los habitantes, potenciando el uso del idioma gallego en Extremadura.
En Cáceres, la forma de hablar se caracteriza por su acento extremeño y por algunas particularidades propias de la región. Los cacereños suelen hablar de forma pausada y con un tono melódico que puede resultar muy agradable para quienes escuchan.
Una de las características más notables del habla en Cáceres es el uso de ciertas palabras y expresiones típicas de la zona. Por ejemplo, en lugar de decir "hora", es común escuchar la palabra "ora". Además, el uso del pronombre "ustedes" se sustituye en muchas ocasiones por "vosotros", como suele ocurrir en otras partes de Extremadura.
Otro aspecto a destacar es la influencia del léxico castúo en el habla cacereña. Muchas palabras propias del castúo se han incorporado al vocabulario de los habitantes de Cáceres, lo que le da un toque especial y propio a su forma de comunicarse.
En la Sierra de Gata, una región montañosa situada al norte de la provincia de Cáceres en Extremadura, se habla un dialecto muy peculiar y característico.
Este dialecto, conocido como gatañol, es una variante del extremeño que ha ido evolucionando y adaptándose a lo largo de los años, manteniendo ciertas particularidades propias de la zona.
El gatañol se caracteriza por la influencia de idiomas como el portugués y el gallego, debido a la cercanía geográfica con la frontera con Portugal y la influencia de los pastores gallegos que migraban a la zona en busca de pastos para sus rebaños.
Los habitantes de la Sierra de Gata sienten un gran arraigo por su dialecto, considerándolo parte de su identidad y de su cultura, lo que ha llevado a que se mantenga vivo y se transmita de generación en generación.
En Extremadura, **se hablaban** varios idiomas a lo largo de su historia. Antiguamente, en la época romana, el latín era el idioma predominante en la región. Con la llegada de los visigodos, también se hablaba el godo y el vándalo.
Posteriormente, con la invasión árabe, el árabe se convirtió en **el idioma** principal en Extremadura. Durante la Reconquista, el árabe se fue sustituyendo por el castellano, que se consolidó como **el idioma** predominante en la región.
Actualmente, en Extremadura se habla principalmente el castellano, pero también se conservan dialectos y variedades del extremeño, una lengua romance derivada del latín que tiene influencias del gallego y portugués.