La lengua es un órgano muscular que cumple funciones vitales en el ser humano, como el habla, la deglución y el gusto. Es sorprendente pensar que a pesar de no tener hueso, la lengua es uno de los órganos más activos en nuestro cuerpo.
Desde que nacemos, la lengua no deja de moverse, permitiéndonos comunicarnos a través del lenguaje hablado. Es increíble cómo este órgano tan flexible nos permite articular sonidos y palabras de forma tan precisa.
Gracias a la lengua, podemos expresar nuestros pensamientos, emociones y deseos. Pero no solo eso, también nos permite saborear los alimentos y distinguir entre sabores dulces, salados, amargos y ácidos.
Por eso, no es de extrañar que la lengua sea uno de los órganos más utilizados por el ser humano. Constantemente estamos hablando, deglutiendo alimentos, saboreando cosas nuevas. Todo gracias a este increíble órgano que, a pesar de no tener hueso, se la pasa trabajando todo el tiempo.