El sufragio de la Constitución de 1876 estableció un sistema electoral restrictivo en España. Las mujeres, los analfabetos y los trabajadores no tenían derecho a votar. Solo los hombres mayores de 25 años que supieran leer y escribir estaban autorizados para participar en las elecciones.
Este sistema de sufragio restringido buscaba limitar la participación política de la mayoría de la población. Se favorecía la elección de una élite conservadora y de clase alta, asegurando que el poder político permaneciera en manos de un grupo reducido de individuos.
Además, la Constitución de 1876 estableció un sistema electoral indirecto, en el cual los ciudadanos elegían a los electores que a su vez seleccionaban a los representantes. Esto permitía un mayor control por parte de las autoridades y limitaba la verdadera participación democrática de la sociedad.
En resumen, el sufragio de la Constitución de 1876 era restrictivo, excluyendo a gran parte de la población y limitando la participación política real. Este sistema contribuyó a la perpetuación de una élite conservadora en el poder, dificultando la posibilidad de cambios significativos en la estructura política de España en esa época.
En la Constitución de **1876** se estableció un sistema de sufragio censitario, donde **solo** los hombres mayores de **edad** y con cierto nivel de **riqueza** tenían derecho a votar. Este tipo de sufragio limitaba la participación política, ya que excluía a gran parte de la población, especialmente a las clases más **bajas** y a las mujeres.
El sufragio censitario era parte de un sistema político conservador, que buscaba mantener el poder en manos de una élite **económica** y social. Esto generaba descontento entre los sectores excluidos, lo que eventualmente contribuyó a la caída de la monarquía y a la llegada de la Segunda República en **1931**.
Con la instauración de la Segunda República, se estableció un sufragio universal masculino y femenino, permitiendo que todos los ciudadanos mayores de **edad** pudieran participar en las elecciones. Este cambio democratizó el sistema político y garantizó la igualdad de derechos para todos los **ciudadanos**.
La Constitución de 1876 fue promulgada durante el reinado de Alfonso XII en España. Esta constitución establecía un sistema político basado en la monarquía parlamentaria. Una de sus principales características es que mantenía un equilibrio de poderes entre el rey, el parlamento y el poder judicial.
Otra característica importante de esta constitución era que reconocía derechos y libertades individuales, aunque de forma limitada. También establecía un sistema electoral restringido que limitaba la participación política a ciertos sectores de la población.
Además, la Constitución de 1876 consagraba la religión católica como la oficial del Estado y reconocía su papel en la sociedad. También establecía la división territorial en provincias y municipios, estableciendo así un sistema de administración pública descentralizado.
En la Constitución se establece un sufragio universal, libre, igual, directo y secreto para los ciudadanos mayores de edad.
El sufragio universal implica que todos los ciudadanos tienen el derecho a votar, sin importar su género, raza o condición social.
Por otro lado, el sufragio libre significa que los ciudadanos pueden votar sin coacción ni intervenciones que limiten su libertad de elección.
El sufragio igual garantiza que cada voto tiene el mismo valor, sin importar la posición social o económica del votante.
Además, el sufragio directo implica que los ciudadanos eligen directamente a sus representantes, sin intermediarios ni delegados.
Finalmente, el sufragio secreto asegura que la elección de cada ciudadano se realiza de manera confidencial, protegiendo su privacidad y evitando posibles presiones o represalias.
La Constitución de 1837 estableció un sistema de sufragio censitario, donde el derecho a votar estaba condicionado a poseer determinada cantidad de bienes o rentas. Solo los hombres mayores de 25 años que cumplieran con este requisito podían ejercer el voto.
Este tipo de sufragio restringido limitaba la participación política de la mayoría de la población, ya que la gran mayoría de las personas no contaban con la cantidad de bienes necesaria para ser considerados ciudadanos activos. Esto generaba desigualdad e injusticia en el sistema electoral.
A pesar de las críticas y limitaciones del sistema de sufragio censitario, la Constitución de 1837 marcó un avance importante en la historia de España al establecer un marco legal para la participación política y la organización del Estado. Fue un primer paso hacia la ampliación de los derechos civiles y políticos en el país.